10. ESQUIZOFRENIA



LA ESQUIZOFRENIA





Voces, visiones, susurros... cuando comes, cuando descansas, cuando trabajas... ¿podrías soportar una vida así? Hoy veremos como es la vida de los "mente destruida".


1. HISTORIA



Son muy escasos los registros en la historia de antes del 1800 de testimonios de cuadros parecidos a la esquizofrenia, aunque sí eran frecuentes los relatos sobre conductas irracionales, incomprensibles, o descontroladas.

Se suelen considerar como los primeros casos de esquizofrenia de la literatura médica y psiquiátrica del pasado.​un informe detallado de 1797, del caso de James Tilly Matthews, y también las descripciones publicadas por el francés Philippe Pinel en 1809.

En realidad, la historia de la esquizofrenia como entidad nosológica es muy reciente. En 1853, el psiquiatra francés Bénédict Morel acuñó el término: demence précoce, en francés «demencia precoz», para describir un trastorno mental que afectaba a adolescentes y adultos jóvenes y que con el tiempo evolucionaba a un deterioro del funcionamiento mental, y a la incapacidad del sujeto (Ese deterioro es a lo que se refiere la palabra 'Demencia').​ en contraposición con la demencia clásica, asociada a la senilidad.
El enfoque contemporáneo del concepto de esquizofrenia se inició en 1887 con Emil Kraepelin, que estableció una amplia separación en la clasificación de los trastornos mentales entre la dementia praecox y los trastornos de estado de ánimo (llamados maniaco-depresivos, que incluían tanto la depresión unipolar como la bipolar), originada en un proceso sistémico quiescente, y llegó también a la conclusión en 1898 de que la hebefrenia y la catatonia eran subtipos de una sola enfermedad.​ Después de abundantes observaciones de sus pacientes, consiguió sistematizar una buena cantidad de entidades psicopatológicas que estaban confusas hasta entonces y distinguió una forma de «demencia» que aparecía en los jóvenes, separándola de otras formas de enfermedad mental, como la psicosis maníaco depresiva, incluyendo tanto la depresión unipolar como la bipolar. Describió el curso a lo defectual y el temprano inicio de esta forma de dementia praecox. Le dio mayor importancia a los síntomas «negativos» como «debilitamiento de la voluntad» y la falta de un «desarrollo personal».

En el presente el término «esquizofrenia» se suele interpretar mal, dándole el sentido de que las personas afectadas tienen una «doble personalidad». Aunque algunas personas con diagnóstico de esquizofrenia pueden escuchar voces y pueden vivir las voces como personalidades distintas, la esquizofrenia no se trata de una persona que va cambiando entre distintas personalidades múltiples. La confusión surge en parte debido a los efectos del significado que le dio Bleuler a la esquizofrenia, literalmente «escisión» o «ruptura de la mente».


2. CAUSAS


La esquizofrenia es el resultado de un conjunto de factores que predisponen en mayor o menor medida al paciente al desarrollo de la enfermedad, aunque las causas por las que la enfermedad se presenta o, por el contrario, no se manifiesta en determinados pacientes es todavía un misterio.


Los principales factores implicados en la aparición y desarrollo de la esquizofrenia son:

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  • Predisposición genética: la presencia de la enfermedad en los padres o familiares cercanos (tíos, primos, abuelos, etcétera) es un factor que incrementa la posibilidad de aparición en los hijos. Así se demuestra una mayor prevalencia en padres, hijos o hermanos de esquizofrénicos con respecto a la población general. En relación con su localización genética, se postula una alteración de los receptores dopaminérgicos expresada en el cromosoma 5.
  • Alteraciones durante el embarazo o nacimiento: anoxia (falta de oxígeno en el feto durante el embarazo o el parto), infecciones víricas, traumatismos, etcétera.
  • Alteraciones morfológicas, funcionales o bioquímicas en el cerebro: en este apartado juega un papel fundamental el consumo habitual de sustancias tóxicas y la exposición a determinados tóxicos y estresantes ambientales. Están especialmente involucradas dos sustancias implicadas en la comunicación entre neuronas a nivel del cerebro. Se trata de la dopamina y la serotonina.
  • Factores familiares y sociales: aunque no están universalmente aceptados, siempre se aluden como posibles elementos influyentes en el desarrollo de la enfermedad o más bien como desencadenantes de brotes.
  • Incumplimiento del tratamiento una vez diagnosticada la enfermedad: supone un alto riesgo de aparición de recaídas.
La esquizofrenia no está relacionada con situaciones de baja escolarización o traumas infantiles, y desde luego no existen culpables de su aparición.

3. ¿TIENE CURA?

Resultado de imagen de ESQUIZOFRENIA Actualmente la esquizofrenia es una enfermedad crónica que puede resultar en una serie de síntomas positivos (alucinaciones, delirios..) y síntomas negativos (embotamiento afectivo, apatía, falta de relaciones sociales...) que se pueden llegar a controlar con el cumplimiento de un correcto tratamiento farmacológico y psicoterapéutico.

Síntomas como los delirios, las alucinaciones, la angustia, la inquietud... pueden llegar a remitir con los fármacos antipsicóticos; estos se encargan de regular de una manera multifactorial diferentes neurotransmisores en el cerebro (dopamina, serotonina...) y pueden prevenir las recaídas o descompensaciones psicóticas que tanto perjudican el pronóstico a largo plazo de la enfermedad.

Estos fármacos, así como diversas medidas psicoterapéuticas y rehabilitadoras contribuyen a la estabilización de los pacientes, pero desgraciadamente no constituyen la cura de la enfermedad por el momento.

4. TRATAMIENTO

El tratamiento es necesario para reducir los síntomas de la esquizofrenia.

Resultado de imagen de ESQUIZOFRENIAEl tratamiento farmacológico es necesario para reducir los síntomas de la esquizofrenia. Puede combinarse con la psicoterapia para ayudar a la persona que sufre esquizofrenia a comprender la enfermedad y a sobrellevarla, mejorando su conducta social y su reintegraciónen la sociedad.

Los profesionales sanitarios en salud mental, que puede incluir: psiquiatras, psicólogos, personal de enfermería y trabajadores sociales, trabajarán en equipo con el paciente y su familia para ayudarles a cumplir con los objetivos del tratamiento: farmacológicos y no farmacológicos.
Algunos de estos objetivos, tanto a corto como a largo plazo, se enumeran a continuación:
  • Eliminar o reducir los síntomas.
  • Evitar la aparición de recaídas.
  • Evitar o reducir la necesidad de acudir al hospital o de ser hospitalizado.
  • Evitar o reducir los efectos secundarios no deseados que podrían derivarse del tratamiento farmacológico.
  • Alcanzar y mantener la remisión de los síntomas, de modo que dejen de tener un efecto negativo en la vida del paciente.
  • Iniciar o reanudar las actividades cotidianas normales, como trabajar, estudiar, vivir independientemente o mantener relaciones sociales.

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